Creación

El silencio no aniquila las palabras
vuelven a pasar de un lado al otro como miradas
se acomodan en cada rincón/expectantes

Y de pronto terminar, volver a crear y terminar
de la nada hacia un todo
que me conduce a la niñez

Aunque nada parezca poder hacerlo
llego, pues, a la emoción, al fuego y su luz y su combustión
pero de ellas no sale nunca humo

Salpicar designios

No subrayo las ideas primeras/los dolores primeros
Que nacen con fragancia a paraíso
Indoloro como tus besos que salvan mundos
cruzar el río y descansar
Desenmascarados de agobios/palpitando los días
sueño que canto en el agua que remo
Esforzándome por no salpicar los designios que leo en mis ojos

Dice Adán

Siento tus ojos, Eva, que caminan sobre mí
Cómo soslayar el amor que me mostrás

Se deja ver tu boca entreabierta, el color de los pómulos
inadvertidamente rosados de pudor
Te sorprendo mirándome y quedo desnudo
Rozando lo inerte, desarmado de prejuicios
Discutimos la profundidad, de eso hablan nuestras manos

distantes

desafinadas las notas/el intento pueril
escaparse del cuerpo
advirtiendo los latigazos de lo predestinado/lo que no
obtiene piedad

en blanco quedaron los tiempos pasados
que son distantes fantasmas cercanos
espectros al fin que atemorizan

El corazón en la boca

Su boca marcó el episodio final
Palpitando en las agujas del reloj
Caminaba por unas calles
colmadas de lluvia / la buscaba
Sometiéndose a la mentira de ser

¿Quién se atreve ahora a quitarme el corazón?
Destilado de emociones/abyecto/enrevesado/no es así mi corazón
Desfila con la mano en la boca /el sigilo a cuestas

Vaivén


El gris se mece en tu mar

salado y dulce/profunda orilla
donde el sol se posa, pequeña tibieza
ignorada en el clamor de dos
siluetas de colores/el asomo del regreso tuyo
caminante despojado y solitario
la presión de dar en la tecla en cada vaivén

Redundo en la sed


Ecos mecen lo nuevo
desperté en sed
complejo todo en lo que redundo

qué pulso, qué pellejo contuve
cómo es que devengo en vos

cerré en vuelo esos rumores
huecos, confusos... huecos.

Cardiograma del invierno


Invierno mentiroso, la ruina de este cuerpo
sólido/inerme
asustado en la mímesis de los rincones
danzando en alguna bidimensión
subestimado y abolido por una ausencia

un cardiograma del zurcido
con el hilo atemporal de las razones

Para ver

gruñe mi cuerpo derramando vacío
consumiendo fronteras en una metáfora
que une trazos desvariados
tan desprolijos que añoran lo impávido

velar para improvisar la noche
ese paréntesis vehemente
esparciendo rosas para ver

La palabra

silencioso es el tiempo que me abraza
también me detengo/recojo los frutos de la fiesta
como celebración de un momento que no es este

¿somos el soplo antiguo de naves quietas
suspendidas en el aire por un hálito en la inmensidad?

entonces desamarrar el agua
y evitarle ser la nave encallada en el deseo
encontrar la vida en el deseo
(acaso repetirlo le calme la sed)

susurrar al oído el fuego
crispando, quemando, pidiendo a gritos eso
en el cauterio que es la palabra

sostenida en el vacío por ser palabra

Oficio

Todo el pasado debajo de las uñas
que pulsan y hurgan y muerden
y escarban en las paredes de este rincón
Este oficio de rapsoda que solo permite pasar
contrayendo lo imperceptible
el transcurso del pellejo / la íntima llaga de la carne

Ardiendo en la brisa que es tu aliento
busco los intersticios de nuestro encuentro
y nuestros ojos brillantes como ámbar
en cada vuelta del cuerpo

Mímicas

Me gusta tu cara de high definition suponiendo que mentimos para salvarnos de la mímica solvente. Nacida de un pensamiento, quizás, la textura de tu sonrisa extenuada. Con la tristeza bajo cada pisada se levantan persianas con tu palabra que suena a algo escuchado ya. Como una ruta con puentes conjugando tus verbos.

respiro/regreso

respiro en el aire tu vicio
se confunde con el hastío
como somnífero de poesía
mientras tanto lanzo un tiro al vacío
escuchando resonar el eco casi desvalido

como una filigrana
marcada con polvo en la tierra
frágil y hermético es el regreso
contando las sombras de mis pisadas
urgentes, estrechas, ardientes

Buscar la belleza

Buscar la belleza
enroscada en el recuerdo
y en el vientre la ceniza fugaz de nacer
Sabiendo que nada se sabe
del mismo hueso viene
se detiene la marea a los pies
despacio en lo profundo la noche
escurriendo la luz entre los dedos
Y salir a encontrarte
aunque cuesta arriba sea amarme

Resolviendo

Resolviendo tus manos, tus pies, tus ojos
sueltos y llenos de música
melodías de agua de río
emerge la pausa original

Comenzando desde donde se pueda
arribo con insistencia al recuerdo
derrumbando ideas

extender el alma sobre la tierra
corazones, como indicios
como miradas o como extender el alma

Vanidad

Vanidad, la sombra es vanidad
Noche de infamia
para elidir tu mirada

Aunque la bruma convenza
las mejillas hinchadas como tomates
La resignación que huele a triunfo

Trenzas de vino cuerdas desafinadas
De salir de sí de eso hablamos
Las palabras persiguen

Estibar

Estibar es sostener el aire con la médula
descubriendo en tus ojos un ocaso marítimo
algo parecido a la tibieza

Confundo tus ojos con dos vehículos que me conducen
hacia dentro
como un pájaro, una nube, una pluma

Consigna

¿Cambiamos de rumbo
absorviendo cada respiro?
La calavera espera ansiosa

¿Me estarás hablando a mí?
Un instante de corrosión
la brisa hace nudos

Cambiar para adentro
la consigna fue mirarnos
soltarse, quizás el viento

Nuestro mercurio no es el mercurio común

Noche

Noche, aún más noche
el silencio respira sonidos
esquivando saltos o algo más
como un nido que cae

Necesidad que abruma
arrancando fuego de las velas
aguando silencios
la llave que cierra todo

Si hacemos silencio nos vemos
aunque sea dormidos
trazados como mapas

Colgarse de una nube y soplar

Colgarse de una nube y soplar
volver sobre la imagen
Incorruptible es esta furia torrencial

No hay palabras, solo colores que se inventan con la luz
lo dice la brisa a veces
se parece a recibir

Sopor alquímico

Me puedo mover sin reparar en tu quietud
El silencio derritiendo palabras
donde el mar no tiene sombra